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  • Foto del escritorJuan Magaña

Emotivo concierto de piano con Romayne Wheeler



He tenido la fortuna de haber estado en dos ocasiones en la Sierra Tarahumara y tengo planes de regresar a esas tierras tocadas por el Creador. Ahora con la visita que hizo Romayne Wheeler, mejor conocido como el ‘Pianista de la Sierra Rarámuri, mi perspectiva ha cambiado, pues explicó -a quienes tuvimos la oportunidad de escucharle- la forma como piensan, se rigen, educan, viven los Rarámuris.


El jueves Romayne Wheeler ofreció un increíble y emotivo concierto de piano en CETYS Universidad con el que cerró la serie de actividades que realizó en su visita a esta ciudad, ya que además de leer poemas de su autoría, brindar pláticas a jóvenes estudiantes, visitó la comunidad de la Ladrillera a las afueras de Mexicali.


El Auditorio CETYS fue el recinto perfecto para escuchar las melodías del también poeta y escritor que ha viajado alrededor del mundo tocando el piano en conciertos filantrópicos para beneficiar a 450 familias Rarámuri de la Sierra de Chihuahua.


El recital de piano de Wheeler estuvo compuesto por Balada en Fa mayor, Op.32/2 y Scherzo en Si bemol, Op31/2 de Frédéric Chopin, así como Rapsodia en Azul de George Gershwin; además ejecutó material de su autoría como: El canto de los pájaros, El jardín de la Prúa, La rosa enamorada, Girasol radiante, Los ojos de Jesusita, entre otros.


El público aplaudió emocionado por la excelsa interpretación del artista que durante toda su estancia estuvo ataviado con la camisa y calzado típicos de los pueblos Rarámuris.



Romayne, quien además es Licenciado Compositor por la Universidad de Música en Viena y egresado del conservatorio de dicha ciudad; cobró fama luego de visitar anualmente la región de la Barranca del Cobre y los cañones de Batopilas y Munérachi en México durante el periodo de 1980-1992, donde convivió, grabó y anotó las danzas de los matachines y pascoles Rarámuri.


Después, Wheeler fue acogido por un grupo de familias en el ejido de Munérachi, quienes lo adoptaron como uno más entre los suyos. Vivió dos meses del año en una cueva en la parte más alta del precipicio del cañón, y ensayando en un piano solar. Actualmente, el pianista tiene su propia casa en la punta de la montaña donde pasa tiempo componiendo y enseñando música en la comunidad.


Cuando conocí la Sierra Madre, pensé en mi retiro ir a vivir ahí. Alguien ya me ganó la idea y veo que ese “extranjero” se supo ganar el corazón de los nativos, y hoy por hoy es uno de ellos, su labor es grande, y él lo dice con toda la humildad “es una gota que cae en la piedra caliente”, es tal vez un granito de arena, pero está haciendo lo propio.


Por cierto también rompe paradigmas, pues normalmente escuchamos que “el arte no da para hacerte rico”, pero a Romayne le dio verdaderas riquezas, pues pudo encontrar un hogar cerca del cielo y además le ha dado para compartir beneficiando a cientos de personas. Un ejemplo a seguir.

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