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  • Foto del escritorPor Hugo Méndez Fierros*

Migración, violencia simbólica y discursos de odio en redes sociodigitales

La permanencia del caso #ladyfrijoles



La espectacularización de las noticias presentadas en televisión se mezcla con la inmediatez, el anonimato y la escasa reflexión de los procesos de comunicación en las redes sociodigitales. Las prácticas de violencia simbólica y discursos de odio potencian los estereotipos sobre personas en condición de vulnerabilidad. En el caso de las representaciones mediáticas sobre personas migrantes, los factores mencionados se suman a la polarización política y el recrudecimiento de ciertos nacionalismos radicales.


Hace algunos días el hashtag de #ladyfrijoles volvió a cobrar notoriedad en torno a las noticias de migrantes centroamericanos que se encuentran recluidos en centros de detención del gobierno federal en Chiapas. No han sido deportados. Tampoco pueden avanzar hacia la frontera norte de México para intentar cruzar hacia los Estados Unidos. Se amotinaron. Cientos de personas, especialmente de Honduras y El Salvador, además de migrantes haitianos y de distintos países africanos, permanecen detenidos por el gobierno mexicano.


La polarización entre defensores y críticos del ejecutivo federal, reactivaron lo que defino como la sinécdoque de una representación discriminatoria hacia los migrantes centroamericanos. Se designa al todo por la parte. La migración la definen los grupos xenofóbicos, a partir de la figura construida en torno a una mujer que en noviembre del 2018, en un albergue de Tijuana, Baja California, declaró a la televisora de Alemania, Deustche Welle: “Mira lo que nos están dando, puros frijoles molidos, como si estuvieran dando de comer a los chanchos [cerdos]”. Así surgió el hashtag #ladyfrijoles.


A partir de este comentario sobrevino una avalancha de odio vertido en palabras. Horas después la mujer extendió una disculpa al pueblo de México. Fue tarde. Los prejuicios y visiones xenofóbicas de algunos grupos de tijuanenses y de otras partes de México, se multiplicaron a gran velocidad.


Según Cabo y García, los comentarios de odio se pueden ser definir como cualquier expresión de opiniones o ideas basada en el desprecio y la animadversión hacia personas o colectivos a los que se desea el mal.


“Cada gramo de odio digitalmente transmitido que llega a las víctimas discriminadas a las cuales está dirigido les resta un gramo de libertad, les impide navegar libremente por internet, las intimida y, eventualmente, las paraliza de miedo ante el riesgo de ser lastimadas aún más. Pero en internet el fenómeno no culmina allí: los gramos de odio son detectados por los algoritmos que nos objetivan digitalmente, luego se multiplican infinitas veces cada que nuestros nombres o las categorías que nos adscriben son objeto de una búsqueda o son transferidos entre los unos y los otros”, señala Gustavo Ariel Kaufman en su reporte Odium Dicta. Libertad de expresión y protección de grupos discriminados en Internet.


Esta mujer que fue conocida internacionalmente como Lady Frijoles, tiene vida privada. Familia. Después de haber sido recibida y luego deportada de EE.UU. inició su carrera como conductora de TV en Honduras. Un comentario la colocó en un torbellino de juicios. Viralización y polarización. Hoy es un ícono del odio xenofóbico hacia los que “son los invasores”, “son los no agradecidos” “vienen a quitar el trabajo a los mexicanos”, “son migrantes criminales miembros de las maras”, como lo señala el informe del CONAPRED titulado Mitos y realidades sobre la caravana migrante y las personas refugiadas.


Esta manifestación de violencia simbólica hacia los migrantes, especialmente contra los centroamericanos, nos recuerda que las palabras desencadenan acciones y emociones. A la sobreabundancia comunicativa se suma la exteriorización de problemas subyacentes en las sociedades contemporáneas, que evocan fracasos del sistema económico neoliberal. La injusticia y la desigualdad están en las huellas de hombres y mujeres que obligados por sus circunstancias de vida, deben de migrar. Aunque estén detenidos. En su presencia. En su existencia. Ahí están sus huellas.


*[No. 39/2021]. El autor de esta publicación es profesor-investigador

en la Facultad de Ciencias Humanas, UABC.



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